Nicolás
I
En una mesa amarilla decide esperar al tiempo y a la bebida. Ha sido un día de perros hoy. Reconoce, entre los parroquianos, a sus iguales; en noches como hoy nadie mira a nadie. Ruega a una mesa por un cigarro: lo mandan al carajo. Busca en otra, se lo pretenden vender. Él acepta convenientemente y alguien grita y convierte la venta en un regalo. Nicolás pide un gin & gin. Este día lo ha colapsado, lo quiere hacer explotar, lo quiere hacer celebrar. De su constelación de estrellas nace ella despiadada y lo acompaña hasta que se va a la cama.
Mientras espera que alguien conocido caiga x el bar, contempla su trago, pide lapicero papel e inicia un nuevo poema.
ESPERANDO POR...
En el día el río recorre a la mar.
Baja el antebrazo. DESCANSA.
Se despiden los viejos amores
Se hallan caminos nuevos para andar.
El amor por la causa decrece,
vuelven viejos estigmas y nuevos favores.
Hombres de acero y de invierno;
mensajeros del dios BOHEMIO.
Ocupo de 10 a 20 % más de cerebro,
exhalo sin recordar siquiera. RESPIRAR.
La avalancha de ideas ahoga la principal
y me convierte 100pre en un vil majadero.
Para la noche, he llegado invisible.
En una mesa amarilla escribo estos versos.
Te reclaman el momento de quiebre
buscá decisiones.
Saben enfrentar y borrar mi temple
saben jugar -los DIOSES-.
El cielo ha quedado pequeño para este gran día
bajan las gracias coquetas, bailan de alegría.
En dos de Uds, en 100 las encuentro.
En 4 de 3 en 2 de un. ELEMENTO.
Es coqueto y jovial el marsupial callejero.
Conecta de a pocos la rosa, baila sobre el cemento.
Es sonido de paz. Dócil caballero.
Se ha dado cuenta que la rima, no es más que PURO CUENTO.
II
El 27 de Septiembre pasado los cataclismos en el mundo de Nicolás continuaban sin que él pudiera hacer algo por ello. Un sismo de 5,4 grados en la escala de Richter en Sumatra, un tsunami en las costas orientales de Indonesia. Pero en su corazón un solo terremoto lo azota de cuando en vez y se lleva siempre un poco de cordura.
Todos hablan de un fin del mundo venidero, a él le gustaría que llegara mañana. Seríamos afortunados si los mayas tenían razón y este 2012 se acaba el mundo. Seríamos los últimos de la especie, los privilegiados (a cada comentario de miedo o sortilegio que le daban sus amigos, el salía con nuevos argumentos). Si nos morimos todos, nadie tendría penas, desaparecería la pena, volveríamos al momento cero. Donde no existen cuerpos ni materia, donde todos somos uno.
Pero si no morimos todos, los que queden serán privilegiados. Y serán los que se adapten mejor o los más inteligentes, es selección natural, es Darwin. Sería de la PTM, crearíamos un mundo nuevo, sin nada de occidente, sin el dinero de mierda.
Pero de hecho, si todo el mundo decide salvar un país o sector de la tierra, cuál crees que van a salvar? El más diverso y céntrico. Perú, Ecuador, Colombia, Brasil. Así de que chucha se preocupan. Sólo los polos stán en verdadero peligro. Ningún hijo del ande, yo creo que no.
Y me dices que los más ricos y los que más armas tienen? Se van a orinar en sus armas de miedo, la plata no les servirá de nada. Se salvarán los más capaces, ose a los más inteligentes. La selección natural. Bueno allá los que le tienen miedo a la muerte, yo si quiero ver el fin del mundo. Y dejaría de respetar a los Mayas si su predicción falla. Pero yo no he visto a ningún maya que haya dicho eso, debe haber sido un pobre y triste güevón que nos vendió la idea.
O tal vez puede ser como hizo Pachacuti, que restructuró la tierra, tal vez no sea el fin del mundo total, sino el fin del mundo como lo conocemos. El FIN DE OCCIDENTE.
Sabes la maldición del último sacerdote Inca? No, no te lo enseñaron en el colegio? Ese último Inca le dijo que antes que tu dios crucificado vuelva, mi madre coca será la perdición para los blancos, ellos no sabrán cuál es la causa de sus tragedias.
Ves! es la coca, la cocaína brother. El fin de los gringos y de occidente. En cambio para nosotros la coca nunca fue dañina, al contrario, sigue siendo beneficiosa.
Nicolás sacude la cabeza, su mente deja de divagar en esas ideas. Mira con desprecio un partido de la Champions donde un peruano "pecho frío" es la estrella. Mira con desprecio también a tanto borracho feo y a ese mozo güevón que no le ha traído la carta de comidas. Termina su trago y sale del superba a enfrentarse a la garúa de esta noche de Octubre.
Escrito por Maurizio Blanco.